El segundo fin de semana de octubre fue muy especial, mi padre cumplía sesenta años y nos invitó a los seis (mujer, hijas y yernos) a cenar a uno de los mejores restaurantes que he visitado, Can Jubany.
Hace tres años descubrí su cocina en la boda de una amiga, y quedé tan encantada que puse el restaurante en mi “lista de los pendientes”.
Can Jubany se encuentra a pocos kilómetros de Vic, provincia de Barcelona, merece la pena el desplazamiento. Para los que vayáis a cenar, si tenéis suerte puede que encontréis habitación en Mas Albareda que es de los mismos dueños, y sino, Vic está a 5 minutos.
La estética exterior de la masía me encantó, la mezcla de piedra rústica con las cristaleras le dan un aire de modernidad y sobriedad. Y la decoración interior también me pareció muy acertada.
En Can Jubany se puede comer a la carta, o lo más recomendable coger uno de los tres menús degustación. Están el Menú de la Memoria (64€), Un Paseo por Catalunya (85€) y el que nosotros escogimos: El Gran Festín (109€). La verdad que los tres menús son muy completos, pero como dice mi padre: 60 años hay que celebrarlos a lo grande.
Antes de empezar con el vino, nos tomamos un cava rosado que nos sentó de maravilla, y después pasamos a uno de mis vinos tinto favoritos, Les Terrasses. Su carta de vinos no sólo era completísima, me pareció muy original, todos los vinos venían con una foto de su etiqueta.
Como describen en su página web, “el gran festín quiere ser un reflejo actual de nuestra cocina, donde les proponemos los mejores productos de temporada para llevarles a la mesa el paisaje, el territorio y la emoción”.
Empezamos con el Homenaje al cerdo: su longoniza, crujiente de careta y cornete de espuma de panceta, este último estaba buenísimo, no parecía para nada que fuera de panceta, y muy original ya que se comía todo. Como veis una muy buena presentación, como los demás platos.
El huerto en la mesa con zanahoria, remolacha y guijarros de queso azul y ciruela; en mi caso este último era de gazpacho, ya que para los que no lo sepáis soy “anti-queso”. Estaba buenísimo, parecía un bombón que explotaba en boca.
Cnocchi de calabaza, crujiente de jamón y suero de parmesano (en mi caso caldo de pollo).
Nuestra versión de la ensalada Waldorf, me encantó, tanto por su presentación como la mezcla de texturas y sabores. La bola de helado era de manzana verde, y las dos bolas de “gelatina” eran de apio.
Carpaccio de Amanita del Cesar con foie y piñones; riquísimo para los que somos amantes de los boletus.
Uno de mis platos favoritos: Angulas verdes del huerto con cocochas al pil-pil. Espectaculares las cocochas de merluza.
Con la boca abierta nos quedamos con el siguiente plato: Tuétano de ternera a la brasa con ostras. Plato sorprendente donde los haya con un sabor cautivador.
Pero sin duda la matrícula de honor se la doy al Arroz cremoso de gamba de Palamós, estaba cubierto con carpaccio de gamba (una de mis delicias favoritas). Hacía tiempo que no degustaba una exquisitez tan espectacular.
Panceta con “espadenyes” y puré de coliflor, riquísimo plato, aunque yo las “espardenyes” las prefiero mezclar con un producto de gusto menos fuerte, ya que me encanta degustarlas bien.
Las “Llenegas” asadas con cigalas, otro plato de aplauso.
Antes de pasar al momento dulce, tocaba el turno de la carne, y sólo uno de la mesa se mantuvo fiel al menú original (Pichón de sangre asado con su canapé y níscalos).
Los demás preferimos: o Cordero lechal asado con puré de patata del bufet, puerro y setas, o Cochinillo crujiente con chutney de piña, mango y pera. Yo escogí el cordero y estaba muy bueno, pero hay que reconocer que me gustaron más los otros platos.
Dos miembros de la mesa hicieron una Selección de quesos Catalanes.
Y ya empezó el Festival de Postres. Que si os digo la verdad no me acuerdo muy bien que era cada cosa (será por las 3 botellas de vino o por la “saturación” del descubrimiento de tantos platos). Recuerdo que el Canelón de nata y fresa estaba increíblemente bueno.
Y llegó al turno a los cafés e infusiones y sorpresa! Una caja de música llena de golosinas y chocolates. Esto último nos dejó a los seis atónitos.
¡Qué bien lo pasamos en Can Jubany! Es un restaurante Top en nuestro país, que claramente merece ser visitado. No es de extrañar su estrella Michelin; no sólo su cocina es exquisita, el trato del personal es encantador, nos hicieron sentir muy cómodos en todo momento, y nos trataron de maravilla, a pesar de ser una mesa complicada ya que le hicimos modificar algunos platos porqué el queso y el foie no nos gusta a todos; aún y así, supieron adaptar muy bien todos los platos a nuestras necesidades.
Restaurante: Can Jubany
Dirección: Crta de Sant Hilari S/N
Ciudad: Calldetenes (Barcelona)
Teléfono: 93 889 10 23
Precio aproximado: 150€
Cierra: Domingo y lunes
Recomendaciones: Ideal para ocasiones especiales
Pasión Gastronómica elige: Arroz cremoso de gamba de Palamós
Puntuación: 9
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Pasión Gastronómica 